Simple

Todo está tan enmarañado.
Cada que lo miro, reafirmo lo enredado, lo oscuro, un camino con espinas y en este mundo yo no llevo calzado.
Mis pies, mis piernas, mis entrañas expuestas y ese dolor que me atraviesa.
Tantas veces te jure que lo entendía y que a pesar de todo, por nosotras estaría.
Con dolor el tiempo me he hecho entender, que más allá de mis ganas, están las cosas que no superaría.
Discriminación, homofobia, odio y malas energías, es lo que de una familia, yo no esperaría.
Sin embargo no soy quien para juzgar su apatía.
Pero te voy a confesar que al partir, deseo con mi corazón que tengas el valor, la fuerza y la valentía, para enfrentarte a ello algún día; y que no permitas más que juzguen tu alegria y que no te permitan dignidad, desición y amor en tu vida